miércoles, 18 de noviembre de 2009

Yerma de Federico García Lorca

Yerma es una tragedia con u solo tema (la mujer estéril) y un carácter en progresivo desarrollo. A travçes del largo tiempo dramático, Yerma lucha desesperadamente con su verdad, que cada vez se vuelve más conflictiva y no ceja en ello hasta consumarla. La resolución final -la muerte del marido- es la última defensa de su sueño imposible y una afirmación rotundade su destino trágico ante la ciega fatalidad.

Yerma:
-Trata de la mujer estéril.
a) Ansia insatisfecha de maternidad.
b) Fidelidad al marido: arraigada idea de la honra.
c) Del choque entre esas dos cosas surge la tragegia.
c) Grán éxito, aunque no gustó a los sectores tradicionalistas.

Resumen de la obra
Yerma, que lleva dos años y veinte días de matrimonio cuando comienza la obra, espera con gran ansiedad llegar a tener un hijo. Su marido, Juan, modesto ganadero y labrador de tierras propias, no parece compartir esas ansiedad. La boda fue decidida por el padre de Yerma y ésta la aceptó con alegría pensando en que tendría hijos. Al no cumplirse su afán de maternidad, comienza a debatirse entre la esperanza y la desesperación; a medida que ésta va sobrepasando a aquélla, el carácter de Yerma se endurece; vive en una tensión extrema que la va enfrentando consigo misma, con su marido y, en cierto modo, con la sociedad en que vive y con toda la naturaleza.
Juan, que se ha hecho la idea de no tener hijos y aun a la comodidad de no tenerlos, que sabe -auque no se nos digo cómo ni por quién- que ni él puede engendrarlos ni su mujer concebirlos, propone que adopten a un sobrino, hijo de un hermano de Yerma. Ésta rechaza tal idea, porque su anhelo de maternidad es "total" y sólo al concebir un hijo a través del parto y crianza se podrá satisfacer.
Sin que se formule explícitamente, piensa que si se hubiera casado con Víctor, el pastor, hubiera tenido hijos; no sin cierta confusión, siente que amaba a Víctor y no ama a Juan y que es esa falta de amor la causa de que no hayan tenido hijos. Su concepto de la honra, sentimiento más bien, le impide buscarlos en otro homre que no sea su marido. Hundida en la desesperación, habla y actúa de manera que atrae la murmuración pública y Juan trae a casa a sus dos hermanas solteronas, como "vigilantes" de Yerma.
Acude ésta a casa de una vieja conjuradora, Dolores, que tiene fama de conocer remedios -"yerbajos y oraciones"- contra la infecundidad, y tiempo después acude a una romería que anualmente se celebra en la ermita de un santo famoso en toda la comarca porque trae fecundidad a las casadas sin hijos. Allí, teniendo como fondo un pintoresco ambiente en el que cristianismo y paganismo se funden, Juan revela a Yerma su conocimiento de su propia esterilidad y la de ella. Poco después, cuanto intenta hacer el amor, Yerma lo extrangula y concluye la obra con sus terribles palabras decisivas: "...he matado a mi hijo, yo misma he matado a mi hijo".

Temas y símbolos de la obra lorquiana

Es, tal como la definiría el propio Federico García Lorca: "la imagen de la fecundidad castigada a la esterilidad" dentro de ese dramático juego universal en el que se mueven las criaturas lorquianas: la oposición entre las fuerzas de la vida, con su destino de libertad, y la opresión que sobre esas fuerzas se vuelca incluso hasta llegar a la muerte.
Contiene un juego de preguntas y respuestas un poco imaginarias:
¿De dónde vienes amor mi niño?
"de la cresta del duro frio"...
Cantos:canto del pastor, canto en la lavandería, la cancion del macho y la hembra -La Danza de la Fecundidad-... Tres de las canciones se sitúan en el principio de un acto o de un cuadro: la canción que canta Yerma que trata sobre el niño que tanto desea que está al principio del primer acto. El canto de las lavanderas que se encuentra al principio del segundo, el coro de la romería que se encuentra al principio y al final del último acto.

Figuras literarias de la obra
-Simbolismo: El Agua y la Sangre.
-Personificación: "Los hijos llegan como el agua", "Ramas furiosas de coral", "Que prado de pena"
-Repetición: ¡Ay, qué puerta cerrada a la hermosura!
¡Ay, pechos ciegos bajo mi vestido!
¿Ay,........................................!

No hay comentarios:

Publicar un comentario